
Este ensayo, escrito por María Mercedes Gómez Gómez, se extiende en estas páginas finales. Su objetivo es resaltar la importancia de visibilizar el papel de las mujeres en las narrativas históricas. Argumenta que, a pesar de haber estado silenciadas durante siglos, las mujeres siempre fueron agentes activas en el desarrollo de la humanidad. El texto concluye enfatizando la necesidad de ampliar las narrativas de la memoria como un conjuro contra el olvido y un escenario para reconocer y restituir la importancia de las mujeres en la historia, destacando que sus voces están emergiendo de los archivos conforme la disciplina histórica se las cuestiona.